jueves, 25 de mayo de 2017

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 280517


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La Iglesia latinoamericana vive con la conciencia de haber sido llamada a vivir el camino del discipulado. En continuidad con los 11 discípulos que fueron a Galilea, nosotros reconocemos que Jesús sigue llamándonos gratuitamente, no por nuestros diplomas o nombramientos, sino por pura generosidad. Para responder a ese llamado, tenemos que vivir una espiritualidad de la escucha, tanto de la Palabra de Dios, como de las necesidades y demandas de la comunidad a quien servimos. Para vivir la espiritualidad del discipulado es necesario ponernos en camino, como se pusieron los discípulos camino de Galilea. Con el auxilio del Espíritu seremos capaces de ir haciendo el discernimiento necesario para presentar de manera adecuada las enseñanzas de Jesús a los discípulos que viven su fe en las circunstancias cambiantes del mundo moderno. Es necesario conservar el vino nuevo en odres nuevos.

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