JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE
¿Qué significa el sacerdocio de Cristo? En su vida terrena,
Jesús fue un laico, no perteneció a la casta sacerdotal ni siquiera fue uno de
los levitas que ayudaban en el Templo. El sacerdocio de Cristo no es, pues, un
cargo burocrático, tradicional, sino un signo revolucionario, una nueva manera
de vivir para construir el Reino de Dios.
En la Última Cena, Cristo nos da el signo más importante de
su sacerdocio: ofrece a sus apóstoles, ya nosotros, su Cuerpo y su Sangre, esto
es, toda su persona, su vida entera, con el fin de instaurar una nueva sociedad
de hermanos, donde reine el amor de Dios. Ésa fue su misión. Su cuerpo, hecho
pan, es repartido y une a todos los convidados en el mismo amor de Jesús. Su
sangre es derramada para el perdón de los pecados. Jesús está bien consciente
de que va a ser asesinado injustamente, pero acepta su muerte como la mayor
prueba de su amor por nosotros. Esa celebración sacerdotal de Jesús es el
modelo para todas nuestras celebraciones. En cada una tenemos que preguntamos,
de forma personal y comunitaria, ¿hemos adelantado en la construcción del Reino
de Dios? ¿Cuánto hemos avanzado en el ofrecimiento de nuestras vidas, para que
se instaure el amor fraterno universal?
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