EL HONOR MERECIDO
El profeta Isaías nos ofrece un criterio de juicio para descifrar la
respuesta dada por Jesucristo a la petición de los hijos de Zebedeo. La
expiación vicaria que realizó el Siervo del Señor, pagando con su propia vida
por los pecados ajenos es lo que Dios recompensará con abundancia, haciéndolo
partícipe de su gloria. Los pescadores aspiran al honor sin haber empeñado su
vida. Para cuando se escribió este Evangelio, Santiago ya había rendido el
supremo testimonio del martirio, entonces quedarían confirmadas las palabras
del Señor: "el trago que yo voy a pasar, lo pasarán". Este incidente
ofrece la ocasión para darnos una instrucción sobre el estilo cristiano de
autoridad. Ni la opresión, ni la tiranía caben en un dirigente cristiano, sino
el servicio humilde realizado a la manera del Señor Jesús. La entrega a lo
largo de su vida y la entrega de su vida en la cruz, convalidan a Jesús como el
servidor lleno de autoridad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha
mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la
sombra de tus alas.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil
a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA
El sierro del Señor hizo de su vida un sacrificio.
Del libro del profeta Isaías: 53,10-11
El Señor quiso triturar a su siervo con el sufrimiento. Cuando entregue
su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por
medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma,
verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos,
cargando con los crímenes de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 32,4-5. 18-19. 20.22
R/. Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama
la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los
salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro
amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor hemos
confiado. R/.
SEGUNDA LECTURA
Acerquémonos con plena confianza al trono de la gracia.
De la carta a los hebreos: 4,14-16
Hermanos: Puesto que Jesús es el Hijo de Dios, es nuestro sumo
sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de
nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de
compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las
mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.
Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la gracia,
para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento
oportuno. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mc 10, 45
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de
Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a
pedirte". Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?". Le
respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu
izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben
lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo
con el que yo seré bautizado?". Le respondieron: "Sí podemos". Y
Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y
recibirán el bautismo con el que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi
derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está
reservado".
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra
Santiago y Juan. Jesús los reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya
saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y
los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el
que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser
el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha
venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de
todos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL (DOMUND)
Oremos hermanos, a Dios Padre, por medio de Jesucristo, su Hijo, que se
entregó por la salvación de todos, pidámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te
rogamos, Señor.)
Para que el Espíritu Santo fortalezca a los obispos y a los presbíteros
de los países de misiones y los asista de manera que conduzcan sus jóvenes
Iglesias hacia una verdadera madurez cristiana, roguemos al Señor.
Para que el Señor infunda su Espíritu Santo en los misioneros y haga
que su apostolado y su testimonio sean verdaderamente evangélicos y no de
sabiduría únicamente humana, roguemos al Señor.
Para que los cristianos que viven en países de misiones den un
testimonio verdadero de amor a Jesucristo, se sientan ricos por el conocimiento
del Evangelio y no se avergüencen nunca de su pobreza humana, roguemos al
Señor.
Para que nosotros y los miembros de nuestras comunidades consideremos
como parte integrante de nuestra fe la solicitud apostólica de transmitir la
luz y la alegría del Evangelio al mundo no cristiano, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que sabes lo que hay en el interior de cada hombre y
amas a todos, porque por todos te has entregado, escucha nuestra oración y haz
que sean muchos los que tengan un amor tan grande que estén dispuesto, como tú,
a entregar la propia vida por los hermanos y para anunciarles el Evangelio el
Evangelio de salvación. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu,
para que, por la acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que
celebremos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32, 18-19
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su
misericordia; para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de estos dones
celestiales produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes
temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
DOMUND
O bien:
DOMUND
Por la evangelización de los pueblos
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 3-4
Anuncien a todos los pueblos la gloria del Señor, sus maravillas a
todas las naciones, porque grande es el Señor y muy digno de alabanza.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has querido que tu Iglesia sea sacramento de
salvación para todos los pueblos, de forma que así perdure la obra redentora de
Cristo hasta el fin de los tiempos, despierta los corazones de tus fieles y haz
que se sientan llamados a trabajar por la salvación de todos, con tanta mayor
urgencia, cuanto es necesario que, de todas las naciones, surja y crezca para
ti una sola familia y un solo pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Caminarán los pueblos a tu luz.
Del libro del profeta Isaías: 60, 1-6
Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la
gloria del Señor alborea sobre ti. Mira, las tinieblas cubren la tierra y espesa
niebla envuelve a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se
manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor
de tu aurora.
Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus
hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto
radiante de alegría; tu corazón se alegrará, y se ensanchará, cuando se
vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos.
Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de
Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las
alabanzas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Lecc. III, n. 877, p. 928)
Del salmo 116
R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todos los pueblos, que todas las naciones lo
festejen. R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por
siempre. R/.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que lleguen a tu presencia soberana los dones de tu Iglesia
suplicante, del mismo modo que fue tan grata a tus ojos la gloriosa pasión de
tu Hijo, para la salvación del mundo. El, que vive y reina por los siglos de
los siglos.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 116, 1-2
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura, dice
el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en tu mesa nos santifique y concede que
todos los pueblos reciban con gratitud, por medio del sacramento de tu Iglesia,
la salvación que tu unigénito consumó en la cruz. El, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
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