viernes, 19 de julio de 2019

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20190721




Contemplativos en la acción. Dispuestos a traducir la fe en obras. Marta* encarna el necesario valor del servicio y la laboriosidad. El primer gesto del amor es el servicio. Sin embargo, el amor no germina donde no hay fe. La fe nace de la escucha de la palabra. María encarna al discípulo obediente que sabe escuchar a su Señor. No puede eternizarse el aprendiz de discípulo en la escucha y el aprendizaje de los contenidos de la fe. Es necesario que la fe madure y se convierta en esperanza perseverante y en amor servicial. El que ha sido evangelizado y catequizado, tiene que evangelizar y tiene que servir a los demás. En medio de tantas situaciones de carencia que padecen numerosas personas, podemos escuchar el discreto llamado del Señor a servirle en los hermanos. Dos aprendizajes son indispensables: aprender a leer la palabra escrita en la Biblia y aprender a deletrear la llamada a la acción que Dios nos hace por medio de los acontecimientos.

*Cfr. Lc 10, 38-42

No hay comentarios:

Publicar un comentario