PAZ A ESTA CASA
El Señor Jesús envía a los 72 discípulos a misionar
por las poblaciones de Galilea. El evangelista los ubica como una especie de
avanzada que antecede la misión que cumplirá el Maestro. La situación no pinta
cómoda, enfrentarán hostilidades y rechazo. La misión estará enfocada a
promover la paz. Los misioneros no pueden ofrecer paz, si ellos mismos no viven
la paz interior. El Reino de Dios ha removido y ahuyentado sus antiguos miedos
y sus gestos violentos. Cada hombre y cada mujer tienen que ser tratados con el
máximo cuidado. De manera particular serán socorridos los enfermos. Ellos serán
los primeros beneficiarios del nuevo orden de cosas traído por Jesús. Ningún
privilegio, ninguna pretensión podrán exigir los misioneros. Sin alarido, ni
estruendo, sin la prepotencia y la ostentación de las temibles legiones
romanas, deberán presentarse como enviados del mensajero que anuncia la paz en
nombre de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de
tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu
diestra está llena de justicia.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de la humillación de tu
Hijo reconstruiste el mundo derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría,
para que, a quienes rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar
del gozo que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo haré correr la paz sobre ella como un río.
Del libro del profeta Isaías: 66, 10-14
Alégrense con Jerusalén, gocen con ella todos los
que la aman, alégrense de su alegría todos los que por ella llevaron luto, para
que se alimenten de sus pechos, se llenen de sus consuelos y se deleiten con la
abundancia de su gloria.
Porque dice el Señor: "Yo haré correr la paz
sobre ella como un río y la gloria de las naciones como un torrente desbordado.
Como niños serán llevados en el regazo y acariciados sobre sus rodillas: como
un hijo a quien su madre consuela, así los consolaré yo. En Jerusalén serán
ustedes consolados.
Al ver esto se alegrará su corazón y sus huesos
florecerán como un prado. Y los siervos del Señor conocerán su poder".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 65,1-3a. 4-5. 6-7a. 16. 20
R/. Las obras del Señor son admirables.
Que aclame al Señor toda la tierra; celebremos su
gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu
obra es admirable". R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre
con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha
hecho por los hombres. R/.
El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los
hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: El
Señor es eterno y poderoso. R/.
Cuantos temen a Dios vengan y escuchen, y les diré
lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica, ni me
retiró su gracia. R/.
SEGUNDA LECTURA
Llevo en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que
he pasado por Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 6,
14-18
Hermanos: No permita Dios que yo me gloríe en algo
que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está
crucificado para mí y yo para el mundo. Porque en Cristo Jesús de nada vale el
estar circuncidado o no, sino el ser una nueva creatura.
Para todos los que vivan conforme a esta norma y
también para el verdadero Israel, la paz y la misericordia de Dios. De ahora en
adelante, que nadie me ponga más obstáculos, porque llevo en mi cuerpo la marca
de los sufrimientos que he pasado por Cristo.
Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo
esté con ustedes. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Col 3. 15. 16
R/. Aleluya, aleluya.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la
palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. R/.
EVANGELIO
El deseo de paz de ustedes se cumplirá.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 1-12.
17-20
En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y
dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, arados los pueblos y
lugares a donde pensaba ir, y les dijo: "La cosecha es mucha y los
trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envié
trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en
medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a
saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: 'Que la paz
reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de
ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban
de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de
casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les
den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino
de Dios'.
Pero si entran en una ciudad y no los reciben,
salgan por las calles y digan: 'Hasta el polvo de esta ciudad que se nos ha
pegado a los pies nos lo sacudimos, en señal de protesta contra ustedes. De
todos modos, sepan que el Reino de Dios está cerca'. Yo les digo que en el día
del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad".
Los setenta y dos discípulos regresaron llenos de
alegría y le dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en
tu nombre".
Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo
como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y
escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer
daño. Pero no se alegren de que los demonios se les someten. Alégrense más bien
de que sus nombres están escritos en el cielo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESION DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras
súplicas y acoja nuestras peticiones. Digamos confiadamente: Te rogamos, Señor.
(R/. Te rogamos, Señor.)
Oremos a Dios Padre por el Papa Francisco, por
nuestro obispo N., y por todos aquellos a los que se han confiado nuestras
almas; que nuestro Señor les dé la fuerza y sabiduría para dirigir y gobernar
santamente las comunidades que les han sido encomendadas y puedan así dar buena
cuenta cuando se les pida. Roguemos al Señor.
Oremos también para que Dios nos conceda la paz;
que él, que es la verdadera paz y el origen de toda concordia, transmita la paz
del cielo a la tierra, la paz espiritual para nuestras almas y la paz temporal
para nuestros días. Roguemos al Señor.
Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las
sendas del Evangelio, para que nuestro Señor los mantenga en este santo
propósito hasta el fin de sus días; oremos también por los que viven en pecado,
para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse, hacer penitencia y
purificarse en el sacramento del perdón y alcanzar así la salvación eterna.
Roguemos al Señor.
Oremos, finalmente, a Dios nuestro Señor por los
fieles difuntos, que han salido ya de este mundo, especialmente por nuestros
familiares, amigos y bienhechores, para que el Señor, por su gran misericordia,
los reciba en su gloria y los coloque entre los santos y elegidos. Roguemos al
Señor.
Dios nuestro, que al darnos la vocación cristiana
nos pides estar siempre dispuestos a anunciar el Evangelio por todo el mundo,
escucha nuestras oraciones y concédenos aquella valentía y libertad apostólicas
que son necesarias para hacer presente en el mundo tu palabra de amor y tu
mensaje de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique,
y nos haga participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por
su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud
del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real,
nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 33, 9
Prueben y vean qué bueno es el Señor; dichoso quien
se acoge a él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has colmado con tantas gracias,
concédenos alcanzar los dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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