CUIDA DE ÉL
Deut 30, 10-14; Col 1, 15-20; Lc 10, 25-37
El relato del buen samaritano es la ilustración
palpable de la fe congruente y activa. El Señor Jesús explica la permanente
validez de la ley como instrumento para alcanzar vida eterna. En efecto, quien
ame a su prójimo alcanzará vida eterna. Quien cuida con sumo cuidado al
necesitado está haciendo implícitamente un acto supremo de fe en Dios. En el
necesitado resplandece de manera especial el rostro de Dios. Quien atiende al necesitado
sirve a Dios. Amar es servir. El samaritano no aparece proclamando prédica
alguna. Es un servidor del hombre herido. El samaritano de la parábola no es
presentado como un hombre erudito, de hecho, siendo samaritano no representaría
la fe ortodoxa. Tal como lo afirma el Deuteronomio, los mandatos divinos están
al alcance de cualquier creyente. Cualquier israelita los conoce. El mandato de
hacer el bien está claro ante la conciencia de cada persona.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 15
Por serte fiel, yo contemplaré tu rostro, Señor, y
al despertar, espero saciarme de gloria.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los
que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a cuantos
se profesan como cristianos rechazar lo que sea contrario al nombre que llevan
y cumplir lo que ese nombre significa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los mandamientos, están muy a tu alcance para que
puedas cumplirlos.
Del libro del Deuteronomio: 30,10-14
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo:
"Escucha la voz del Señor, tu Dios, que te manda guardar sus mandamientos
y disposiciones escritos en el libro de esta ley. Y conviértete al Señor tu
Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.
Estos mandamientos que te doy, no son superiores a
tus fuerzas ni están fuera de tu alcance. No están en el cielo, de modo que
pudieras decir: `¿Quién subirá por nosotros al cielo para que nos los traiga,
los escuchemos y podamos cumplirlos?'. Ni tampoco están al otro lado del mar,
de modo que pudieras objetar: `¿Quién cruzará el mar por nosotros para que nos
los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?'. Por el contrario, todos mis
mandamientos están muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, para que
puedas cumplirlos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 68, 14.17. 30-31. 33-34. 36ab. 37.
R/. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda
pronto; escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro. Escúchame,
Señor, pues eres bueno y en tu ternura vuelve a mí tus ojos. R/.
Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame,
Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
R/.
Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes
buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni
olvida al que se encuentra encadenado. R/.
Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a
Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a Dios la habitarán.
R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo fue creado por medio de él y para él.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses:
1, 15-20
Cristo es la imagen de Dios invisible, el
primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las
cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin
excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue
creado por medio de él y para él.
Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen
su consistencia en él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el
primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda
plenitud y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la
tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes
palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
¿Quién es mi prójimo?
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 25-37
En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor
de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer
para conseguir la vida eterna?". Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está
escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?". El doctor de la ley contestó:
'Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo:
"Has contestado bien; si haces eso, vivirás".
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó
a Jesús: "¿y quién es mi prójimo?". Jesús le dijo: "Un hombre
que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones,
los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por
el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual
modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano
que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus
heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura,
lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los
dio al dueño del mesón y le dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más, te lo
pagaré a mi regreso. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo
del hombre que fue asaltado por los ladrones?". El doctor de la ley le
respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo:
"Anda y haz tú lo mismo". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
PROFESION DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Que nuestras oraciones lleguen, hermanos, a la
presencia del Señor y que nuestros ruegos sean escuchados por aquel que escruta
el corazón de todos. Digamos confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos,
Señor)
Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios para los que
proclaman con fidelidad la palabra divina y para todos los ministros que sirven
a la Iglesia. Roguemos al Señor.
Por Israel, el pueblo de la antigua alianza, por
los cristianos separados de la Iglesia católica y apostólica y por los que no
conocen al Dios verdadero, invoquemos al Señor, dueño de toda verdad.
Por los que viven lejos de su casa, por los
encarcelados, por los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren
persecución, oremos a Jesús el Salvador.
Invoquemos con fe y devoción al Señor de la gloria
por la paz y felicidad de los que ahora estamos aquí, huéspedes en la casa del
Señor. Roguemos al Señor.
Dios misericordioso y omnipotente, que has querido
resumir todos los preceptos de tu ley en el mandamiento del amor, escucha
nuestras oraciones y danos un corazón solícito y generoso hacia los sufrimientos
de nuestros hermanos, a imagen de tu Hijo, el buen samaritano del mundo, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones de tu Iglesia suplicante, y
concede que, al recibirlos, sirvan a tus fieles para crecer en santidad. Por
Jesucristo, nuestro Señor,
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien,
compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María;
muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida
eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 83, 4-5
El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina
un nido donde poner sus polluelos; junto a tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte
siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con los dones que hemos recibido, te
suplicamos, Señor, que, participando frecuentemente de este sacramento, crezcan
los efectos de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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