LA HOSPITALIDAD Y LA OBEDIENCIA
El relato del Génesis nos permite asomarnos a la
hospitalidad del patriarca Abrahán. Tres hombres llegan a su tienda y les ruega
se dignen aceptar una generosa bienvenida: agua para su aseo personal, panes,
requesón, un ternero y la atención cálida del anfitrión. En recompensa los
viajeros le anuncian que, a la vuelta de un año, Sara su mujer recibirá un hijo.
De esa misma hospitalidad dan muestras dos discípulas del Señor Jesús, Marta y
María. Una se desvive por atenderlo y la otra se concentraba en escuchar su
enseñanza. Ante los alegatos de Marta, el Señor Jesús establece una jerarquía
de valores: El escuchar y obedecer a Jesucristo es el mayor de los bienes. De
esa escucha nacerá el seguimiento y la existencia plena y libre del discípulo.
Quien aprenda a escuchar a Jesús, en su momento tendrá que ponerse a servir a
sus hermanos. Son dos momentos indispensables de la vida cristiana.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 53, 6. 8
El Señor es mi auxilio y el único apoyo en mi vida.
Te ofrece de corazón un sacrificio y daré gracias a tu nombre, Señor, porque
eres bueno.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Sé propicio, Señor, con tus siervos y multiplica,
bondadoso, sobre ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe,
la esperanza y la caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus
mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Señor, no pases junto a mí sin detenerte.
Del libro del Génesis: 18,1-10
Un día, el Señor se le apareció a Abraham en el
encinar de Mambré. Abraham estaba sentado en la entrada de su tienda, a la hora
del calor más fuerte. Levantando la vista, vio de pronto a tres hombres que
estaban de pie ante él. Al verlos, se dirigió a ellos rápidamente desde la
puerta de la tienda, y postrado en tierra, dijo: "Señor mío, si he hallado
gracia a tus ojos, te ruego que no pases junto a mi sin detenerte. Haré que traigan
un poco de agua para que se laven los pies y descansen a la sombra de estos
árboles; traeré pan para que recobren las fuerzas y después continuarán su
camino, pues sin duda para eso han pasado junto a su siervo". Ellos le
contestaron: "Está bien. Haz lo que dices". Abraham entró rápidamente
en la tienda donde estaba Sara y le dijo: "Date prisa, toma tres medidas
de harina, amásalas y cuece unos panes". Luego Abraham fue corriendo al
establo, escogió un ternero y se lo dio a un criado para que lo matara y lo preparara.
Cuando el ternero estuvo asado, tomó requesón y leche y lo sirvió todo a los
forasteros. Él permaneció de pie junto a ellos, bajo el árbol, mientras comían.
Ellos le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?". Él respondió:
"Allá, en la tienda". Uno de ellos le dijo: "Dentro de un año
volveré sin falta a visitarte por estas fechas; para entonces, Sara, tu mujer,
habrá tenido un hijo”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5
R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con
justicia; el que es sincero en sus palabras y con su lengua a nadie
desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino;
quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo.
R/
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en
perjuicio de inocentes. Quienes vivan así serán gratos a Dios eternamente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Un designio secreto que Dios ha mantenido oculto y
que ahora ha revelado a su pueblo santo.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses:
1, 24-28
Hermanos: Ahora me alegro de sufrir por ustedes,
porque así completo lo que falta a la pasión de Cristo en mí, por el bien de su
cuerpo, que es la Iglesia. Por disposición de Dios, yo he sido constituido
ministro de esta Iglesia para predicarles por entero su mensaje, o sea el
designio secreto que Dios ha mantenido oculto desde siglos y generaciones y que
ahora ha revelado a su pueblo santo. Dios ha querido dar a conocer a los suyos
la gloria y riqueza que este designio encierra para los paganos, es decir, que
Cristo vive en ustedes y es la esperanza de la gloria. Ese mismo Cristo es el
que nosotros predicamos cuando corregimos a los hombres y los instruimos con
todos los recursos de la sabiduría, a fin de que todos sean cristianos perfectos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8. 15
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con
un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto.
EVANGELIO
Marta lo recibió en su cata. - María escogió la
mejor parte
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una
mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada
María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra.
Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a
Jesús, le dijo: "Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha
dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude"
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas
cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María
escogió la mejor parte y nadie se la quitará". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
PROFESION DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Dios de la misericordia que
auxilie nuestra pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los
sentimientos que él desea. Digamos confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/.
Escúchanos, Señor.)
Por la paz y la concordia de las Iglesias, por la
unión de todos los cristianos y por la salvación de nuestras almas, roguemos al
Señor.
Por los responsables de las naciones, para que bajo
su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
Por los que están lejos de casa, por los enfermos y
los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, la piedad y
el temor de Dios, por los que hacen el bien a nuestras parroquias y por los que
ayudan a los pobres, roguemos al Señor.
Dios de bondad, Padre santo, escucha nuestras
oraciones y danos un corazón humilde y sencillo que escuche la palabra de tu
Hijo y lo acoja en la persona de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que con la perfección de un único
sacrificio pusiste fin a la diversidad de sacrificios de la antigua ley, recibe
las ofrendas de tus fieles, y santifícalas como bendijiste la ofrenda de Abel,
para que aquello que cada uno te ofrece en honor de tu gloria, sea de provecho
para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de
Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no
sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad,
sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y
así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la
salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno
y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinaria
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 110, 4-5
Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso
y clemente; él da alimento a sus fieles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te
dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua
condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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