El año litúrgico.
Se llama año litúrgico a la distribución que rememora
anualmente la historia de la salvación, específicamente en torno al misterio de
la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo y al misterio de su
permanencia en la historia, a través de su Iglesia, por la acción del Espíritu
Santo.
Los tiempos litúrgicos.
El rito católico renovado ha conservado la estructuración
del año litúrgico propia del rito latino, como ha quedado después de la reforma
realizada a partir del Concilio Vaticano II.
Como consecuencia, el año litúrgico se organiza en cinco
etapas:
- Tiempo de Adviento.
- Tiempo de Navidad.
- Tiempo de Cuaresma.
- Tiempo de Pascua.
- Tiempo Ordinario.
El TIEMPO ORDINARIO
Comprende las semanas que transcurren entre el final del
tiempo de Navidad y el inicio de la Cuaresma y luego las que transcurren entre
el día de Pentecostés y el inicio del Adviento.
Para el año 2020:
La primera parte, comprende
del 13 de enero al 25 de febrero (7 semanas)
La segunda parte,
corresponde del 1 de junio al 28 de noviembre (26 semanas)
Su color distintivo es el “verde”, como signo de la
esperanza en la que vive el cristiano.
Este tiempo es particularmente apropiado para ir
profundizando en lo que conlleva la vida cristiana y en sus implicaciones
concretas en la sociedad y en el mundo, como resultado de que ya ha iniciado la
nueva creación de que el Reino de Dios ha llegado hasta nosotros y está
operante en la historia.
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