Sab 6, 12-16; 1 Tes 4, 13-18; Mt 25, 1-13
Según el autor del último de los libros del Antiguo Testamento la
sabiduría es un bien precioso que se presenta gustosamente ante la mirada de
hombres y mujeres inquietos, que la buscan asiduamente. Las personas necias no
consiguen apreciar el camino de la dicha. La sabiduría es un don ofrecido a
todos, pero solo unos pocos, quienes saben apreciarla, consiguen encontrarla.
Para alcanzar sabiduría es indispensable disponer de un corazón inquieto por la
auténtica sabiduría. Las cinco muchachas necias de la parábola vivían sumidas
en afanes terrenales y no tenían altura de miras para buscar la verdadera
sabiduría. Las mujeres sensatas estaban alertas, no se conformaban con
banalidades y supieron discernir el tesoro verdaderamente valioso: la vida
plena que jamás se marchita.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 87, 3
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, inclina tu oído a mi clamor.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males,
para que, con el alma y el cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de
espíritu cumplir lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Encuentran la sabiduría aquellos que la buscan.
Del libro de la Sabiduría: 6, 12-16
Radiante e incorruptible es la sabiduría; con facilidad la contemplan
quienes la aman y ella se deja encontrar por quienes la buscan y se anticipa a
darse a conocer a los que la desean.
El que madruga por ella no se fatigará, porque la hallará sentada a su
puerta. Darle la primacía en los pensamientos es prudencia consumada; quien por
ella se desvela pronto se verá libre de preocupaciones.
A los que son dignos de ella, ella misma sale a buscarlos por los
caminos; se les aparece benévola y colabora con ellos en todos sus proyectos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 62, 2. 3-4. 5-6. 7-8.
R/. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma.
Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu
santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán
mis labios. R/.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De
lo mejor se saciará mi alma. Te alabaré con jubilosos labios. R/.
SEGUNDA LECTURA
A los que mueren en Jesús, Dios los llevará con él.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4,
13-18
Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para
que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que
Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que mueren en
Jesús, Dios los llevará con él.
[Lo que les decimos, como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los
que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja
sobre los que, ya murieron.
Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un
arcángel y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron en
Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos
arrebatados, juntamente con ellos entre nubes por el aire, para ir al encuentro
del Señor, y así estaremos siempre con él.
Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras.]Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 24, 42. 44
R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo del
hombre. R/.
EVANGELIO
Ya viene el esposo, salgan a su encuentro.
Del santo Evangelio según san Mateo: 25,1-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El
Reino de los cielos es semejante a aquellas diez jóvenes, que tomando sus
lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y
cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron
aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un
frasco de aceite junto con su lámpara.
Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A
medianoche se oyó un grito: '¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!'. Se
levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus
lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: 'Dennos un poco de su
aceite, porque nuestras lámparas se están apagando'. Las previsoras les
contestaron: 'No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan
mejor a donde lo venden y cómprenlo'.
Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban
listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta, Más tarde
llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos'. Pero él les
respondió: 'Yo les aseguro que no las conozco'. Estén pues, preparados, porque
no saben ni el día ni la hora". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por sus necesidades, para que
nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad y digamos confiadamente: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que la Iglesia viva en paz, crezca constantemente, se extienda por
todo el mundo y persevere con alegría en la presencia del Señor, confortada por
el Espíritu Santo, roguemos al Señor.
Para que el Señor conceda a los que gobiernan el espíritu de sabiduría
y de prudencia, a fin de que rijan a sus pueblos pensando en la paz común y en
el bien y la prosperidad de sus súbditos, roguemos al Señor.
Para que Dios Padre libere al mundo de toda falsedad, hambre y miseria,
y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados
injustamente, roguemos al Señor.
Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo con espíritu
cristiano y consigamos frutos abundantes por nuestras obras, roguemos al Señor.
Señor Dios, que miras complacido a los que aman tu sabiduría y te das a
conocer a los que la buscan, escucha nuestras oraciones y haz que seamos dignos
partícipes del banquete de bodas de tu Hijo; que no se apague el aceite de
nuestras lámparas mientras esperamos la venida de Cristo, sino que, preparados
para salir al encuentro, podamos entrar con él en su banquete nupcial. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, mira con bondad este sacrificio, y concédenos alcanzar los
frutos de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con estos sagrados dones, te damos gracias, Señor, e
imploramos tu misericordia, para que, por la efusión de tu Espíritu, cuya
eficacia celestial recibimos, nos concedas perseverar en la gracia de la
verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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