Como diría el
clásico, estamos en medio de una tormenta perfecta: una pandemia que no cesa,
una violencia criminal que aumenta, una crisis de empleo que no se atiende
debidamente. Problemas enormes, sensación de impotencia y desánimo. Los
discípulos de Jesús no podemos alegar que esa situación no es de nuestra
incumbencia. Estamos seguros de que Dios está con nosotros, ofreciéndonos la
fuerza del Espíritu para renovamos y hacer la diferencia. Llamados a la acción sobran.
En la familia, en la sociedad, en los hospitales encontraremos personas urgidas
de un gesto de cuidado y compasión solidaria. Cada bautizado ha recibido un don
y una responsabilidad: transparentar el amor de Dios en medio de las
circunstancias donde Dios le ha plantado. Nuestra circunstancia es la de un
país repleto de carencias y desafíos. Dios habrá de sostener nuestra esperanza.
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
sábado, 5 de diciembre de 2020
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20201206
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