sábado, 24 de diciembre de 2022

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221225

 

La luz es un símbolo natural de Dios. Como Dios, la luz es poderosa y, de hecho, es una de las fuerzas fundamentales del universo. Como Dios, la luz es bella, hermosa, y esplendorosa. Como Dios, la luz revela y purifica. No es de extrañar, por lo tanto, que la luz ha sido usada por los cristianos para representar a Dios. Los primeros teólogos, por ejemplo, utilizaron la luz para pensar en la Trinidad: el Padre es como la fuente de la luz, el Hijo es como el rayo que procede de esta fuente, y el Espíritu es como el resplandor; pero los tres forman una misma luz. En este día de Navidad, no olvidemos esta tradición. Las luces navideñas que ornamentan nuestras casas y calles no son sólo adornos. Son también una invitación a meditar sobre el misterio de Dios.

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