martes, 13 de diciembre de 2022

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221218

 

Vivimos en una sociedad de la obsolescencia programada. Se trata de una política, usada por manufactureros, de designar productos que, por cambios de diseño o el uso de materiales débiles, tendrán que ser reemplazados por otros más actualizados. Por eso, los teléfonos, autos, computadoras, y demás aparatos de los que dependemos frecuentemente deben ser cambiados por modelos más nuevos. Tal vez esta política es uno de los elementos que nos dificultan tener una actitud de fidelidad y suscitan un miedo al compromiso. Solo hay que pensar en los matrimonios que se quiebran por falta de fidelidad. En esto, Dios tiene mucho que enseñarnos. Su fidelidad a los esclavos hebreos en Egipto, a la dinastía de David, al pueblo de Israel que le dio la espalda y, sobre todo, a su Hijo Jesucristo, es algo en lo que vale la pena meditar hoy.

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