viernes, 9 de diciembre de 2022

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221211

La paciencia no es una de esas virtudes teológicas discutidas en muchas secciones del Nuevo Testamento, es decir, la fe, la caridad, y la esperanza (por ejemplo, 1 Tes 1, 3 o 1 Cor 13, 13). Ni siquiera es una de las virtudes denominadas filosóficas, propuestas por varios filósofos por siglos. Sin embargo, cuando los cristianos reconocieron que Jesús no iba a volver pronto, empezó a reconocerse paulatinamente como una virtud crucial para la vida cristiana. De hecho, es tan teológica como otras porque Dios mismo se presenta en la Biblia como paciente: es llamado "lento para enojarse" (Núm 14, 18; Sal 85, 15; Neh 9, 17), muestra paciencia a Pablo (1 Tim 1, 16) Y también a los pecadores de la época de Noé (1 Pe 3, 20). ¿Sabemos practicar esta virtud, especialmente en nuestra época de gratificaciones inmediatas?

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