martes, 2 de enero de 2024

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240107

La Navidad es tradicionalmente una fiesta íntima, celebrada en el seno de cada familia particular. Las lecturas bíblicas reflejan esta particularidad porque hacen hincapié en los específicos acontecimientos que son asociados con el nacimiento histórico de Jesús. La Epifanía, en contraste, es tradicionalmente una fiesta de la Iglesia universal, celebrada de una manera expansiva que enfatiza la apertura y la inclusión. Las lecturas reflejan este movimiento hacia lo universal, especialmente el Evangelio que está iluminado por una estrella universalmente visible y por los magos que provienen de los ángulos más lejanos de la Tierra. Necesitamos ambos lados de nuestra fe. Ya que somos seres humanos, limitados por el espacio y el tiempo, necesitamos lo particular, pero para evitar que nos cerremos en lo particular, y porque el Señor del universo está en medio de nosotros, lo universal es necesario e inevitable.

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