La activista y filósofa Simone Weil (1909-1943), quien luchó
con los republicanos en la Guerra Civil Española y con la Resistencia francesa
durante la Segunda Guerra Mundial, nació judía, pero aparentemente se interesó
por convertirse al catolicismo. Aunque probablemente no fue bautizada, se
constituyó en un personaje muy apreciado por los Papas más recientes, desde san
Paulo VI hasta el Papa Francisco. Es especialmente conocida por su ensayo
filosófico que se titula, "El amor de Dios y la desgracia". Analiza
la enfermedad grave, que ella denomina "desgracia", con atención
especial a la manera en que se aísla al enfermo de los demás y de Dios. Para
ella, es tal aislamiento lo que hace de la desgracia una condición peor que el
mero sufrimiento físico. Hoy podemos ayudar a los enfermos intentando romper su
aislamiento, aun por un gesto tan sencillo como el tacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario