¿Quién no se ha dado por vencido? ¿Quién no ha
renunciado a mejorar una parte de su vida o buscar una relación más amigable
con un otro o a cambiar un aspecto de la comunidad en que vive? Quizá este es
el momento de tomar el riesgo de intentar mejorar las cosas y de aprender la
virtud de la valentía. De acuerdo con el antiguo filósofo Aristóteles (384-322
a. C.), la valentía es la virtud de tomar riesgos en buena medida. Si tomamos
demasiados riesgos, según el griego, no somos valientes sino imprudentes. Si
tomamos pocos riesgos, no somos valientes sino cobardes. La vida humana
necesita riesgos suficientes, dice el filósofo, y si sabemos cómo tomarlos,
somos valientes. Por lo tanto, si Dios toma el riesgo de ofrecemos el perdón,
¿por qué no tomamos el riesgo de cambiar cada uno?
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