DOMINGO
XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A
Domingo
8 de octubre 2017
LOS
VIÑADORES IMPRODUCTIVOS
En
el capítulo quinto de Isaías y en el capítulo veintiuno de san Mateo encontramos
dos textos semejantes. Los relatos se relacionan entre sí por compartir el
motivo de la viña improductiva. Más aún, el Evangelio de san Mateo cita
expresamente al profeta Isaías. Las atenciones del Señor-viñador hacia su
pueblo han sido insuperables: todos los cuidados fueron realizados
oportunamente. Isaías pone el acento en la esterilidad de todo el pueblo: La
viña del Señor es la casa de Israel que produjo asesinatos y violencia. En
cambio, el Evangelio de san Mateo destaca los abusos de poder de parte de los
viñadores-dirigentes. Ambos fallos apuntan en la misma dirección, a saber, la
pésima rendición de cuentas. Israel ha recibido todos los cuidados oportunos de
parte de Dios y no ha mejorado sus relaciones humanas. La alusión a los planes
violentos de los dirigentes en contra del heredero Jesús, están muy claros al
final de la parábola.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Est 4, 17
En
tu voluntad, Señor, está puesto el universo, y no hay quien pueda resistirse a
ella. Tú hiciste todo, el cielo y la tierra, y todo lo que está bajo el
firmamento; tú eres Señor del universo.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo
único, Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de tu amor sobrepasas los
méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu
misericordia para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos
concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
La
viña del Señor es la casa de Israel.
Del
libro del profeta Isaías: 5,1-7
Voy
a cantar, en nombre de mi amado, una canción a su viña. Mi amado tenía una viña
en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó las piedras y plantó en ella
vides selectas; edificó en medio una torre y excavó un lagar. Él esperaba que
su viña diera buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias.
Ahora
bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo les ruego, sean jueces entre
mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué
cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio agrias?
Ahora
voy a darles a conocer lo que haré con mi viña; le quitaré su cerca y será
destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada. La convertiré en un erial,
nadie la podará ni le quitará los cardos, crecerán en ella los abrojos y las
espinas, mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.
Pues
bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de
Judá son su plantación preferida. El Señor esperaba de ellos que obraran
rectamente y ellos, en cambio, cometieron iniquidades; él esperaba justicia y
sólo se oyen reclamaciones.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 79, 9 y 12. 13-14. 15-16. 19-20.
R/.
La viña del Señor es la casa de Israel.
Señor,
tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí a los paganos y la plantaste;
ella extendió sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río.
R/.
Señor,
¿por qué has derribado su cerca, de modo que puedan saquear tu viña los que
pasan, pisotearla los animales salvajes, y las bestias del campo, destrozarla?
R/.
Señor,
Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la
cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R/.
Ya
no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder.
Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos, míranos con bondad y estaremos a
salvo. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Obren
bien y el Dios de la paz estará con ustedes.
De
la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 6-9
Hermanos:
No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a
Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que
sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero y
noble, cuanto hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo que
sea virtud y merezca elogio. Pongan por obra cuanto han aprendido y recibido de
mí, todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la paz estará
con ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 15, 16
R/.
Aleluya, aleluya.
Yo
los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto
permanezca. R/.
EVANGELIO
Arrendará
el viñedo a otros viñadores.
Del
santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo
esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo
rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante
y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado
el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos
a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno,
mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en
mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por
último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero
cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero.
Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron
del viñedo y lo mataron.
Ahora
díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos
viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará muerte terrible a esos
desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos
a su tiempo".
Entonces
Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que
desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del
Señor y es un prodigio admirable?
Por
esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le
dará a un pueblo que produzca sus frutos".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DE FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de
Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección
de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Elevemos,
hermanos, nuestra plegaria al Señor con aquella confianza filial que el
Espíritu Santo suscita en nuestros corazones, y digamos: Te rogamos, Señor.
(R/. Te rogamos, Señor.)
Para
que la Iglesia, mediante la santidad de sus fieles y el celo de sus ministros,
anuncie a todos los hombres y realice en todos los pueblos la salvación de
Dios, roguemos al Señor.
Para
que el Señor ayude a los gobernantes, a fin de que se logre en todas las
naciones la paz, el desarrollo, el progreso y la libertad religiosa, roguemos
al Señor.
Para
que las naciones que sufren a causa de las guerras vean alejarse de sus pueblos
las crueldades, la violencia, la destrucción y las lágrimas, roguemos al Señor.
Para
que el Señor ilumine los ojos de nuestro corazón, a fin de que sepamos
descubrir la esperanza de gloria a la que nos ha llamado, roguemos al Señor.
Protege,
Señor, con amor constante a tu Iglesia y no abandones la viña que tú mismo has
plantado; cultívala con misericordia, enriquécela incesantemente con sarmientos
vigorosos y haz que, injertados en Cristo, la verdadera cepa, todos demos
frutos abundantes de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta,
Señor, el sacrificio que tú mismo nos mandaste ofrecer, y, por estos sagrados
misterios, que celebramos en cumplimiento de nuestro servicio, dígnate llevar a
cabo en nosotros la santificación que proviene de tu redención. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra
Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos
como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil
naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio
de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra
ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él,
los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos
están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito
el que viene en nombre del Señor
Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Lm 3, 25
Bueno
es el Señor con los que en él confían, con aquellos que lo buscan.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios
omnipotente, saciados con este alimento y bebida celestiales, concédenos ser
transformados en aquel a quien hemos recibido en este sacramento. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- A toda acción corresponde una reacción. Quienes
confesamos a Dios como Padre y Señor de la historia, sabemos reconocer que, a
través de las obras de la creación o por medio de la intervención de personas
sabias y sensatas, Dios ha estado pendiente de nosotros. Tanto los profetas de
Israel en el pasado, como numerosos hombres y mujeres creyentes en el presente,
han sido un llamado afectuoso y exigente de parte de Dios hacia nosotros. No
podemos alegar desconocimiento de parte nuestra ni desinterés de parte del
Señor. Hemos sido tratados como la niña de sus ojos. La rendición de cuentas no
es aplicable solamente a los funcionarios públicos. Quienes hemos recibido
bendiciones, enseñanzas y numerosas manifestaciones patentes del amor de Dios,
estamos obligados a dar los frutos que corresponden. A quien mucho se le dio,
se le pedirá mucho. Los discípulos de Jesús tenemos una misión que cumplir a
partir de nuestro bautismo.
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