LOS SIETE HERMANOS
2 Mac 7, 1-2, 9-14; 2 Tes 2, 16-3, 5; Lc 20, 27-38
Los dos relatos abordan el tema de la resurrección. En ambas
narraciones el autor defiende la firme convicción sobre la resurrección de los
justos, ante personas que lo negaban. En el Evangelio son los saduceos quienes
rechazan la creencia en la resurrección; en el libro de los Macabeos aparece el
rey Antíoco como reacio a dicha creencia. El libro de los Macabeos presenta a
siete hermanos y a su madre como israelitas ejemplares que soportan tormentos y
ultrajes animados por la firme esperanza que Dios los resucitará para una vida
interminable. En el Evangelio, el Señor Jesús desmonta con habilidad argumentativa
las objeciones de los saduceos. Más aún, sabiendo que estos solamente
reconocían como palabra santa al Pentateuco, extrae argumentos de uno de estos
libros para probarles la fe en la resurrección de los patriarcas. Dios invita a
sus hijos fieles a que participen de la vida plena.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 87, 3
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, inclina tu oído a mi clamor.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males,
para que, con el alma y el cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de
espíritu cumplirlo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
Del segundo libro de los Macabeos: 7, I-2.9-14
En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El
rey Antíoco Epífanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco,
prohibida por la ley. Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo:
"¿Qué quieres saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que
quebrantar la ley de nuestros padres".
El rey se enfureció y lo mandó matar. Cuando el segundo de ellos estaba
para morir, le dijo al rey: "Asesino, tú nos arrancas la vida presente,
pero el rey del universo nos resucitará a una vida eterna, puesto que morimos
por fidelidad a sus leyes".
Después comenzaron a burlarse del tercero. Presentó la lengua como se
lo exigieron, extendió las manos con firmeza y declaró confiadamente: "De
Dios recibí estos miembros y por amor a su ley los desprecio, y de él espero
recobrarlos".
El rey y sus acompañantes quedaron impresionados por el valor con que
aquel muchacho despreciaba los tormentos. Una vez muerto éste, sometieron al
cuarto a torturas semejantes. Estando ya para expirar, dijo: "Vale la pena
morir a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios
nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 16, 1. 5-6. 116. 15.
R/. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica,
pues mis labios no mienten. R/.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A
ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis
palabras. R/.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus
alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y al
despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.
SEGUNDA LECTURA
Que el Señor disponga los corazones de ustedes para toda clase de obras
buenas y de buenas palabras.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 2,
16-3, 5
Hermanos: Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios,
que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz
esperanza, conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de
obras buenas y de buenas palabras.
Por lo demás, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor
se propague con rapidez y sea recibida con honor, como aconteció entre ustedes.
Oren también para que Dios nos libre de los hombres perversos y malvados que
nos acosan, porque no todos aceptan la fe.
Pero el Señor, que es fiel, les dará fuerza a ustedes y los librará del
maligno. Tengo confianza en el Señor de que ya hacen ustedes y continuarán
haciendo cuanto les he mandado. Que el Señor dirija su corazón para que amen a
Dios y esperen pacientemente la venida de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Ap 1, 5. 6
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo es el primogénito de entre los muertos; a él sea dada la
gloria y el poder por siempre. R/.
EVANGELIO
Dios no es Dios de Muertos, sino de vivos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-38
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los
saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro,
Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin
haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano.
Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar
hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa
a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda
Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la
mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en
la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de
los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e
hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de
Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración
y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por sus necesidades, para que
nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad y digamos confiadamente: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que la Iglesia viva en paz, crezca constantemente, se extienda por
todo el mundo y persevere con alegría en la presencia del Señor, confortada por
el Espíritu Santo, roguemos al Señor.
Para que el Señor conceda a los que gobiernan el espíritu de sabiduría
y de prudencia, a fin de que rijan a sus pueblos pensando en la paz común y en
el bien y la prosperidad de sus súbditos, roguemos al Señor.
Para que Dios Padre libere al mundo de toda falsedad hambre y miseria,
y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados
injustamente, roguemos al Señor.
Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo con espíritu
cristiano y consigamos frutos abundantes por nuestras obras, roguemos al Señor.
Señor Dios, dueño supremo de la vida y autor de la resurrección,
delante del cual hasta los muertos viven, escucha nuestras oraciones y haz que
la palabra de tu Hijo, sembrada en nuestros corazones, germine y dé fruto
abundante y que todos seamos confirmados en la esperanza de la resurrección y
la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, mira con bondad este sacrificio, y concédenos alcanzados frutos
de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con estos sagrados dones, te damos gracias, Señor, e
imploramos tu misericordia, para que, por la efusión de tu Espíritu, cuya
eficacia celestial recibimos, nos concedas perseverar en 'agracia de la verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario