HOY HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA
Sab 11, 22-12, 2; 2 Tes 1, 11-2, 1; Lc 19,1-10
Este capítulo del libro de la Sabiduría se cierra
con un título inspirador: Dios, amigo de la vida. Efectivamente el Señor ama a
todos los seres que él mismo ha creado. El creador convoca a la existencia a
sus creaturas con su palabra poderosa y una vez nacidas, cuida amorosamente de
ellas. El cuidado que Dios muestra no está restringido a la protección de la
vida humana, es mucho más amplio, porque él se desvive por mantener a salvo a
todas las creaturas. El relato paradigmático de la conversión de Zaqueo lo
ilustra de manera clara. Este hombre se había asociado a una práctica opresora
e injusta; era parte del engranaje que extraía bienes y recursos de los
necesitados para entregarlos al fisco romano. Cuando se cruza con Jesús, Zaqueo
descubre que alguien por vez primera le dispensa un recibimiento cálido. Ese
gesto de acogida será suficiente para animarlo a reorientar radicalmente el
rumbo de su vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de
mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú
que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a
la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo
tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de
Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, a cuya gracia se
debe el que tus fieles puedan servirte digna y laudablemente, concédenos
caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te compadeces de todos, porque tú amas todo cuanto
existe.
Del libro de la Sabiduría: 11, 22-12, 2
Señor, delante de ti, el mundo entero es como un
grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero, que cae sobre la
tierra.
Te compadeces de todos, y aunque puedes destruirlo
todo, aparentas no ver los pecados de los hombres, para darles ocasión de
arrepentirse. Porque tú amas todo cuanto existe y no aborreces nada de lo que
has hecho; pues si hubieras aborrecido alguna cosa, no la habrías creado. ¿Y
cómo podrían seguir existiendo las cosas, si tú no lo quisieras? ¿Cómo habría
podido conservarse algo hasta ahora, si tú no lo hubieras llamado a la
existencia?
Tú perdonas a todos, porque todos son tuyos, Señor,
que amas la vida porque tu espíritu inmortal, está en todos los seres. Por eso
a los que caen, los vas corrigiendo poco a poco, los reprendes y les traes a la
memoria sus pecados, para que se arrepientan de sus maldades y crean en ti,
Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 144, 1-2. 8-9.19-11. 13cd-14.
R/. Bendeciré al Señor eternamente.
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre
siempre y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi
boca de alabarte. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para
enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor
se extiende a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos
tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus
proezas a los hombres. R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y lleno de
bondad en sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado
alivia. R/.
SEGUNDA LECTURA
Nuestro Señor Jesucristo será glorificado en
ustedes y ustedes en él
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los
tesalonicenses: 1, 11-2, 2
Hermanos: Oramos siempre por ustedes, para que Dios
los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder, lleve a
efecto tanto los buenos propósitos que ustedes han formado, como lo que ya han
emprendido por la fe. Así glorificarán a nuestro Señor Jesús y él los
glorificará a ustedes, en la medida en que actúe en ustedes la gracia de
nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.
Por lo que toca a la venida de nuestro Señor
Jesucristo y a nuestro encuentro con él, les rogamos que no se dejen perturbar
tan fácilmente. No se alarmen ni por supuestas revelaciones, ni por palabras o
cartas atribuidas a nosotros, que los induzcan a pensar que el día del Señor es
inminente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo
único, para que todo el que crea en él, tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo
que estaba perdido.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19,1-10
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir
atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos
y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo
era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando
pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo:
"Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver
esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en
casa de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús:
"Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he
defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más".
Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a
esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido
a buscar y a salvarlo que se había perdido". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras
oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Después de cada petición
diremos: Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. (R/. Escúchanos Padre, y
aumenta nuestra fe).
Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de
piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y
testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
Para que Dios infunda en el corazón de los
gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos
puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la
igualdad, roguemos al Señor.
Para que el Señor fortalezca a los moribundos que
luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que
nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del
enemigo, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a nuestros familiares y
amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad,
roguemos al Señor.
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has venido a
buscar y a salvar lo que estaba perdido, escucha las súplicas de tu Iglesia y
haz que seamos dignos de nuestra vocación; ayúdanos a cumplir nuestros deseos
de bien, haz que sepamos recibirte con gozo en la persona de nuestros hermanos
y que con ellos sepamos compartir los bienes de la tierra y del cielo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda
pura, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por
su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud
del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real,
nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 15, 11
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás
de gozo en tu presencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la
acción de tu poder y que, alimentados con estos sacramentos celestiales, tu
favor nos disponga para alcanzar las promesas que contienen. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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