ESCÚCHENME y VIVIRÁN
Jer 26,11-16.24; Mt 14, 13-21
Las promesas de bendición que comunica el profeta Isaías en la primera
lectura se cumplen de manera germinal en la escena de la multiplicación de los
panes. Para Isaías no hay incertidumbre alguna acerca de los beneficios que
acarrea mantener una relación de escucha y fidelidad con Dios. La alianza entre
Dios e Israel implica compromisos mutuos. Dios protege y bendice a los hijos de
Israel y éstos se disponen a vivir como oyentes de la palabra de Dios. Es una
relación elegida entre un Señor y un siervo. Es una relación asimétrica entre
el Señor de la historia y la criatura que se sabe y se siente amada por Dios.
Las comidas que Jesús ofrecía a sus discípulos, lo mismo que las que éstos le
ofrecían a él, eran señales de la comunión de vida y amor que se suscitaba
entre los seguidores y el Maestro. La nueva familia brotaba de vínculos de fe y
se fortalecía en la convivencia cálida y fraterna.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 69, 2. 6
Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi
auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran tu continua benevolencia, y
ya que se glorían de tenerte como su creador y su guía, renueva en ellos tu
obra creadora y consérvales los dones de tu redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Vengan a comer.
Del libro del profeta Isaías: 55, 1-3
Esto dice el Señor: "Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por
agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y
leche sin pagar.
¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que
no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos.
Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes una
alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 144, 8-9. 15-16. 17-18.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas
sus creaturas. R/.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo.
Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas
sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de
quien lo invoca. R/.
SEGUNDA LECTURA
Nada podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo
Jesús.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 35. 37-39
Hermanos: ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo?
¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez?
¿El peligro? ¿La espada?
Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel
que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los
ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este
mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor que
nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de
la boca de Dios. R/.
EVANGELIO
Comieron todos hasta saciarse.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 13-21
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista,
subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la
gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio
aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle:
"Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que
vayan a los caseríos y compren algo de comer". Pero Jesús les replicó:
"No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer", Ellos le
contestaron: "No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados". Él
les dijo: "Tráiganmelos".
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco
panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió
los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente.
Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se
llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin
contar a las mujeres y a los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, a Dios Padre, pidámosle que escuche nuestras
oraciones y roguémosle con fe que venga en auxilio de nuestras necesidades,
digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Oremos por el Papa Francisco, por nuestro obispo N., por todos los
obispos y sacerdotes, para que el Señor los haga santos y les conceda el
espíritu de sabiduría a fin de que proclamen con rectitud la verdadera palabra.
Roguemos al Señor.
Oremos por los que están lejos de sus hogares, por los viajeros, por
los que se encuentran en peligro, para que el Señor les conceda un ángel que
los proteja y los aleje de todo mal. Roguemos al Señor.
Oremos por los hombres de todos los pueblos y de todas las religiones,
para que el Señor les revele su bondad y dirija su camino hacia el conocimiento
de la verdad plena. Roguemos al Señor.
Oremos por nuestros hermanos que han muerto en el Señor; que Dios
perdone sus pecados, acoja sus almas junto a él y los conduzca al lugar del
descanso, de la luz y de la paz. Roguemos al Señor.
Señor Dios, que con el ejemplo de compasión de tu Hijo hacia los pobres
y los que sufren nos manifiestas tu amor de Padre, escucha nuestras oraciones y
haz que el pan que tu providencia multiplica, nuestra caridad lo reparta, y que
la participación de tus sacramentos nos abra siempre al diálogo y al servicio
de los necesitados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación
este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno.
Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido
nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber
previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la
causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a
sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sb 16, 20
Nos has enviado, Señor, pan del cielo, que encierra en sí toda delicia,
y satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña, Señor, con tu permanente auxilio, a quienes renuevas con el
don celestial, y a quienes no dejas de proteger, concédeles ser cada vez más
dignos de la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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