MÁS ALLÁ DEL LEGALISMO
Sir 15,16-21; 1 Cor 2,6-10; Mt 5, 17-37
Nada por encima de la ley dada por Dios a Israel.
Ese es el punto de vista fundamental que nos comparte el Señor Jesús al
comienzo del Evangelio. La ley de Dios como referente absoluto para guiar a los
creyentes. En la segunda parte de este discurso, escuchamos las solemnes
antítesis donde el Maestro actualiza el espíritu de los mandatos divinos. La
letra ordena no matar, no cometer adulterio, no jurar en falso. Prohibiciones
que sin duda defienden valores fundamentales como la vida, la confianza y la
lealtad. Sin embargo, las nuevas demandas planteadas por Jesús llegan al
núcleo, en tanto que continúa exigiendo abstenerse del homicidio y además
propone eliminar la violencia verbal y abrir la puerta a la reconciliación. En
lo relativo a la honestidad, exige hablar con transparencia, afirmando sin
ambigüedad nuestras convicciones y nuestros desacuerdos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza
salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú
que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a
la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo
tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de
Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que prometiste poner tu morada en los
corazones rectos y sinceros, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que
te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dios no ha dado a nadie permiso de pecar.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 15, 16-21
Si tú lo quieres, puedes guardar los mandamientos;
permanecer fiel a ellos es cosa tuya. El Señor ha puesto delante de ti fuego
yagua; extiende la mano a lo que quieras. Delante del hombre están la muerte y
la vida; le será dado lo que él escoja.
Es infinita la sabiduría del Señor; es inmenso su
poder y él lo ve todo. Los ojos del Señor ven con agrado a quienes lo temen; el
Señor conoce todas las obras del hombre. A nadie le ha mandado ser impío y a
nadie le ha dado permiso de pecar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118,1-2.4-5.17-18.33-34.
R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que
cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de
todo corazón. R/.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se
observen exactamente. Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus
mandamientos. R/.
Favorece a tu siervo para que viva y observe tus
palabras. Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad. R/.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo
seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo
corazón. R/.
SEGUNDA LECTURA
Predicamos una sabiduría misteriosa prevista por
Dios antes de los siglos, para conducimos a la gloria.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
corintios: 2,6-10
Hermanos: Es cierto que a los adultos en la fe les
predicamos la sabiduría, pero no la sabiduría de este mundo ni la de aquellos
que dominan al mundo, los cuales van a quedar aniquilados. Por el contrario,
predicamos una sabiduría divina, misteriosa, que ha permanecido oculta y que
fue prevista por Dios desde antes de los siglos, para conducimos a la gloria.
Ninguno de los que dominan este mundo la conoció, porque, de haberla conocido,
nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Pero lo que nosotros predicamos es, como dice la
Escritura, que lo que Dios ha preparado para los que lo aman, ni el ojo lo ha
visto, ni el oído lo ha escuchado, ni la mente del hombre pudo siquiera haberlo
imaginado. A nosotros, en cambio, Dios nos lo ha revelado por el Espíritu que
conoce perfectamente todo, hasta lo más profundo de Dios. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr: Mt 11, 25
R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
EVANGELIO
Han oído lo que se dijo a los antiguos; pero yo les
digo...
Del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-37
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a
abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el
cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de
la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe
eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los
cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos. Les aseguro que si
su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no
entrarán ustedes en el Reino de los cielos.
Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y
el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se
enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a
su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será
llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda
sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja
contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu
hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu
adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez,
el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí
hasta que hayas pagado el último centavo.
También han oído que se dijo a los antiguos: No
cometerás adulterio. Pero yo les digo que quien mire con malos deseos a una
mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho
es para ti ocasión de pecado, arráncatelo y tíralo lejos, porque más te vale
perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de
castigo. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y
arrójala lejos de ti, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que
todo él sea arrojado al lugar de castigo.
También se dijo antes: El que se divorcie, que le
dé a su mujer un certificado de divorcio; pero yo les digo que el que se
divorcia, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, expone a su mujer al
adulterio, y el que se casa con una divorciada comete adulterio.
Han oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en
falso y le cumplirás al Señor lo que le hayas prometido con juramento. Pero yo
les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, que es el trono de Dios;
ni por la tierra, porque es donde él pone los pies; ni por Jerusalén, que es la
ciudad del gran Rey.
Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer
blanco o negro uno solo de tus cabellos. Digan simplemente sí, cuando es sí; y
no, cuando es no. Lo que se diga de más, viene del maligno".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Imploremos, hermanos, al Dios de la misericordia y
pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le
agraden: (R/. Escúchanos, Señor.)
Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de
las santas Iglesias y por la unión de todos los hombres, roguemos al Señor.
Por nuestros gobernantes, para que bajo su
dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
Por la conservación de la naturaleza, por la
abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor.
Por nuestros familiares y amigos que han muerto en
la esperanza de la resurrección, para que Dios les conceda el reposo eterno,
roguemos al Señor.
Dios nuestro, que nos has revelado que la plenitud
de tu ley se fundamenta en el amor, escucha las oraciones de tu pueblo y
concede a los que hoy nos hemos reunido para ofrecerte el sacrificio perfecto,
vivir siempre de acuerdo con las exigencias del Evangelio y ser así para todos
los hombres signo de reconciliación y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos
renueve, y se convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos tu
voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio III para los Domingos del Tiempo Ordinario
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de
Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no
sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad,
sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y
así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la
salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno
y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 77, 29-30
El Señor colmó el deseo de su pueblo; no lo
defraudó. Comieron y quedaron satisfechos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados, Señor, por este manjar celestial, te
rogamos que nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual
verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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