DOMINGO DE LA ALEGRÍA «LAETARE»
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 66, 10-11
Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan cuantos la aman. Compartan su
alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por tu Palabra realizas admirablemente la
reconciliación del género humano, concede al pueblo cristiano prepararse con
generosa entrega y fe viva a celebrar las próximas fiestas de la Pascua. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El pueblo de Dios celebró la Pascua al entrar en la tierra prometida.]
Del libro de Josué 5, 9a. 10-12
En aquellos días, el Señor dijo a Josué: “Hoy he quitado de encima de
ustedes el oprobio de Egipto”.
Los israelitas acamparon en Guilgal, donde celebraron la Pascua, al
atardecer del día catorce del mes, en la llanura desértica de Jericó.
El día siguiente a la Pascua, comieron del fruto de la tierra, panes
ázimos y granos de trigo tostados. A partir de aquel día, cesó el maná. Los
israelitas ya no volvieron a tener maná, y desde aquel año comieron de los
frutos que producía la tierra de Canaán. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 33
R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me
siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado,
porque él Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus
angustias. R/.
SEGUNDA LECTURA
[Dios nos reconcilió consigo por medio de Cristo.]
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 17-21
Hermanos: El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo
lo viejo ha pasado. Ya todo es nuevo.
Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de
Cristo y que nos confirió el ministerio de la reconciliación. Porque,
efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo y renunció a tomar
en cuenta los pecados de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje de la
reconciliación.
Por eso, nosotros somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es
Dios mismo el que los exhorta a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se
reconcilien con Dios.
Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo “pecado” por nosotros, para
que, unidos a él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y
santos. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 15, 18
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el
cielo y contra ti”. R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida.]
Del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publícanos y los pecadores
para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí:
“Este recibe a los pecadores y come con ellos”.
Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el
menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me
toca’. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a
un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta.
Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él
empezó a padecer necesidad.
Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo
mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas
que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces
a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan
de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi
padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco
llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores’. Enseguida se puso
en camino hacia la casa de su padre.
Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció
profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de
besos. El muchacho le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo’. Pero el padre les dijo a sus criados:
‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el
dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y
hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida,
estaba perdido y lo hemos encontrado’. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la
casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le
preguntó qué pasaba. Este le contestó: ‘Tu hermano ha regresado y tu padre
mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo’. El hermano
mayor se enojó y no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ‘¡Hace
tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has
dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese
hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el
becerro gordo’.
El padre repuso: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo.
Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba
muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’ ”. Palabra
del Señor.
PTOFESIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos al Señor, que no desea la muerte del pecador, sino que se
convierta y viva, y pidámosle que tenga misericordia de su pueblo:
Para que Dios fortalezca la voluntad de los que se preparan a recibir
en estos días cuaresmales el sacramento de la penitencia y les conceda un
verdadero arrepentimiento de sus culpas, roguemos al Señor.
Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos,
de manera que lleguen al conocimiento de la verdad, y –en la fe– encuentren
aquel descanso que sin saberlo desean, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda su ayuda a los que se sienten tentados y a todos
aquellos que con su sufrimiento participan de la Cruz de Cristo, roguemos al
Señor.
Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal y
lleguemos, purificados, a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al
Señor.
Dios, rico en misericordia, que recibes con el abrazo del perdón a tus
hijos que, arrepentidos, retornan a ti. Perdona nuestras culpas y revístenos
con vestiduras de fiesta, para que podamos participar en el banquete eterno de
tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el
sacrificio redentor, y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y
ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
PREFACIO ll DE CUARESMA
El espíritu de la penitencia cuaresmal
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque misericordiosamente estableciste este tiempo especial de gracia
para que tus hijos busquen de nuevo la pureza del alma y así, libres de todo
afecto desordenado, no se afanen en las realidades transitorias, sino, antes
bien, pongan su corazón en aquellas que duran para siempre. Por eso, con todos
los ángeles y los santos, te alabamos, diciendo sin cesar el himno de tu
gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 15, 32
Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la
vida, estaba perdido y lo hemos encontrado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo,
ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que podamos
siempre pensar lo que es digno y grato a tus ojos y amarte con sincero corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Protege, Señor, a quienes te invocan, ayuda a los débiles y reaviva
siempre con tu luz a quienes caminan en medio de las tinieblas de la muerte;
concédeles que, liberados por tu bondad de todos los males, alcancen los bienes
supremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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