¿Para qué somos cristianos? ¿Qué es lo que pretendemos conseguir siguiendo el
camino de Jesús? Esta pregunta puede parecer egoísta, pues la finalidad de la
vida cristiana debe ser la alabanza a Dios. No obstante, nuestra alabanza a
Dios no excluye beneficios para nosotros. De hecho, para la antigua mentalidad
hebrea, la alabanza a Dios es, al mismo tiempo, la fuente de vida para el ser
humano. Contestando nuestra pregunta, los cristianos han dado diferentes
respuestas. Para la antigua Iglesia latina, de la cual descendemos muchos
católicos, el fin de la vida cristiana es un poco negativa, es decir, el perdón
de nuestros pecados. Para la antigua Iglesia griega, de la cual descienden
muchos ortodoxos, es más positivo, a saber, nuestra "theiósis" o
asimilación a la gloria divina. Quizá necesitamos de más intercambios
ecuménicos para entender la grandeza de nuestra fe común.
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