La Pascua no es una temporada
focalizada únicamente en Cristo. También tiene que ver con el misterio de la
iglesia que, en cierto sentido, es una prolongación del cuerpo de Cristo y su
misión. Por tanto, esta temporada nos ofrece una oportunidad para meditar sobre
dicho misterio. La Iglesia en la actualidad, ¿sigue siendo una pesca milagrosa,
una captura siempre creciente de nuevos cristianos? Es difícil contestar con
una afirmación contundente, pues sabemos que en ciertas partes del mundo el
número de cristianos está disminuyendo de manera preocupante. ¿Es la Iglesia de
hoy universal en el sentido que abraza a todas las culturas? De nuevo, una
afirmación sencilla no es realista ni tampoco cierta. Si la Iglesia está
fallando en su misión pascual, si huele a muerte en vez de emanar la vida
resucitada, no tiene alternativa: tiene que reformarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario