jueves, 15 de mayo de 2025

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250518

 

Desde los días de Joaquín de Fiore (ca. 1135-1202), quien fijó la fecha del fin del mundo en el año 1260, no han faltado quienes presumen saber no sólo cuándo será el fin, sino muchos otros detalles acerca del futuro del mundo. Tales afirmaciones son irrisorias, pero la escatología misma -la reflexión sobre el destino final del mundo a la luz de la fe no es absurda. Podemos decir algo acerca del fin porque Dios es fiel en su amor, generosidad y misericordia y que, por ende, estos rasgos van a coronar un mundo futuro infundido por la presencia divina. Podemos decir algo porque la Biblia discute el fin y, por tanto, nos da el permiso de hacer lo mismo. Debemos decir algo porque el pasado y el presente no pueden ser los únicos enfoques de nuestra fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario