Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia , el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura.
"El Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros y se ha ofrecido en sacrificio por nuestra salvación. Él nos dona su cuerpo y su sangre como alimento de nueva vida, de una vida divina, no más sujeta a la muerte". "Tú, Señor Jesucristo, Hijo de Virgen María, eres el único Salvador del hombre, 'ayer, hoy y siempre'. En ti creemos, sálvanos".
Requisitos para recibir la Comunión:
a) Ser Católico y estar en comunión de fe con c) Abstenerse de comer y beber por una hora antes (agua y medicinas están permitidas).
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