La sabiduría consiste en descubrir lo que uno no necesita.
Al hombre sabio se le reconoce porque sabe perfectamente donde esta su verdadero tesoro.
Donde este tu tesoro ahí estará tu corazón (Lc12, 34). Si ese tesoro es perecedero no podrá satisfacer jamás el ansia de plenitud con la que todos los seres humanos fuimos creados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario