Fiesta patronal en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Costa Azul.

La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Costa Azul, de Acapulco, celebró su fiesta patronal el viernes 1 de Julio de 2011.

La Celebración Eucarística estuvo presidida por el padre Álvaro Sánchez Quevedo en su calidad de párroco, concelebrando los padres: Salvador Cisneros Preciado, Eduardo Mercado Hernández, Martín García Rosales, Jesús Nava y por el diácono transitorio Ivans Gamaliel Serna García.

Todo el contenido de las lecturas propias del día, giraron alrededor del amor que Dios nos tiene. Recordando el haber elegido al pueblo de Israel como pueblo de su propiedad y haberlo librado del poder de Egipto. Que nos amemos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Y el gran mensaje de Jesús «Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso. Tomen mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; ─y hallarán descanso para sus almas─ porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»          

En la homilía el padre Álvaro invitó a los asistentes a sumergirse en el amor de Dios, para que nuestros trabajos, nuestras actividades, nuestros compromisos adquieran otro sentido y evitemos de esa manera la angustia, el dolor y el cansancio. Considerando siempre las palabras de Jesús de que su yugo es suave y su carga ligera.  

Al concluir la misa, se tuvo una convivencia programada para hacerse en el atrio del templo, pero dadas las condiciones climatológicas se tuvo que realizar en el salón anexo. En dicha convivencia hubo una gran participación muy activa por parte de la comunidad parroquial: Los niños del catecismo, la pastoral social, la capilla del Perpetuo Socorro, los monaguillos, el grupo juvenil Dios es Amor, las salmistas, los integrantes de la iniciación cristiana de adulto. No podía faltar el Mariachi, que sirvió de marco para que los padres Eduardo, Álvaro y Jesús Nava, hicieran gala de sus voces.

Vinieron las palabras de despedida y agradecimiento a los organizadores y demás participantes de parte del padre Álvaro, concluyendo esta festividad con cohetes y fuegos artificiales.