miércoles, 20 de julio de 2011

Creados para trascender.

“Las criaturas no nacen con deseos a menos que exista la satisfacción de esos deseos. Un niño recién nacido tiene hambre: bien, existe algo llamado comida… Los hombres sienten deseo sexual: bien, existe algo llamado sexo… Si encuentro en mí mismo un deseo que nada en este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que fui hecho para otro mundo… debo cuidarme, por tanto, por un lado, de no despreciar nunca o de desagradecer estas bendiciones terrenales, y por otro… hacer que el principal objetivo de mi vida sea seguir el rumbo que me lleva a ese mundo y ayudar a los demás a hacer lo mismo”   

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