lunes, 24 de noviembre de 2025

Evangelio del 25 de noviembre 2025 Lucas 21, 5-11

 



En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido". Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?" Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin". Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".

 

Reflexión

 

Este pasaje conocido como el "Discurso Apocalíptico" o sobre el fin de los tiempos, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza transitoria de las cosas materiales y la importancia de la vigilancia interior y la fe inquebrantable.

El desafío es mantener la paz interior y el discernimiento en medio del caos. Debemos anclar nuestra esperanza no en el cuándo de los eventos, sino en quién nos sostiene en medio de ellos: Jesús.

La enseñanza central del pasaje no es predecir el futuro con precisión, sino preparar nuestros corazones para vivir en el presente. Si todo lo externo es pasajero, nuestra tarea es construir algo que permanezca.

Nos invita a despegarnos de la admiración por lo fugaz y a afianzar nuestra vida en lo único que es eterno: la Palabra y el amor de Cristo.

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