Quienes hayan construido una casa saben por experiencia propia que es
un proyecto que implica ahorros, privaciones y mucha dedicación. No se levanta
de la noche a la mañana. San Pablo reafirma a los cristianos de Corinto lo que
sabían desde el día de su bautismo: somos edificio de Dios. La comunidad que
formamos los discípulos ha ido consolidándose gracias al esfuerzo de
catequistas, evangelizadores y madres y padres de familia que nos han
testimoniado la fe cristiana. Cuando se escucha regularmente la palabra de Dios
en comunidad se coloca un cimiento; cuando se activa una iniciativa o un
ministerio de atención a los enfermos se levanta una pared; cuando se vive la
comunión, el perdón y la reconciliación como práctica cotidiana se afianzan
puertas y ventanas. Por otra parte, cuando se vive la doble moral o se refugia
en los rituales, olvidando las actitudes éticas, es como si el edificio fuera
sacudido por un temblor oscilatorio y trepidatorio.
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
lunes, 3 de noviembre de 2025
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20251109
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