Algún pensador cristiano
contemporáneo ha llamado la atención sobre el riesgo de terminar convirtiendo
la misericordia de Dios en una "caricatura grotesca". No conviene
ofrecer una "gracia barata", es decir, una oferta de perdón sin exigencias
ni compromisos. El Dios que perdona, tal como nos recuerda la oración del Padre
Nuestro es el mismo que nos anima y exige ofrecer el perdona cuantos nos
ofenden. Sin embargo, esa oferta libre y voluntaria de perdón, no nos exime de
restablecer la justicia, de reparar el daño a las víctimas de nuestra
injusticia. Un país lastimado hasta la médula por tantos homicidios está urgido
de una espiritualidad de la reconciliación y de unas instituciones que aseguren
justicia y no más impunidad. La impunidad repartida desde arriba es una forma
de "gracia barata" que termina socavando la confianza ciudadana y
desmoronando la necesaria cohesión social.
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
miércoles, 23 de julio de 2025
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250727
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