ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 2, 16)
Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al
niño recostado en un pesebre.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que te dignaste dejarnos el más perfecto ejemplo en la
Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes
domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna
recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El que teme al Señor, honra a sus padres.]
Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 3, 3-7. 14-17a
El Señor honra al padre en los hijos y respalda la autoridad de la
madre sobre la prole. El que honra a su padre queda limpio de pecado; y acumula
tesoros, el que respeta a su madre.
Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración
será escuchada; el que enaltece a su padre, tendrá larga vida y el que obedece
al Señor, es consuelo de su madre.
Hijo, cuida de tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza;
aunque se debilite su razón, ten paciencia con él y no lo menosprecies por
estar tú en pleno vigor. El bien hecho al padre no quedará en el olvido y se
tomará a cuenta de tus pecados.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 127
R. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de
su trabajo, será dichoso, le irá bien.
R. Dichoso el que teme al Señor.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como
renuevos de olivo, alrededor de su mesa.
R. Dichoso el que teme al Señor.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te
bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu
vida”.
R. Dichoso el que teme al Señor.
SEGUNDA LECTURA
[La vida en familia, de acuerdo con el Señor.]Juegos familiares
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 3, 12-21
Hermanos: Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a
él y les ha dado su amor, sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y
pacientes.
Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro,
como el Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan
amor, que es el vínculo de la perfecta unión.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido
llamados, como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza.
Enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón lleno
de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales; y todo
lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole
gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.
Mujeres, respeten la autoridad de sus maridos, como lo quiere el Señor.
Maridos, amen a sus esposas y no sean rudos con ellas. Hijos, obedezcan en todo
a sus padres, porque eso es agradable al Señor. Padres, no exijan demasiado a
sus hijos, para que no se depriman.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Col 3, 15. 16)
R. Aleluya, aleluya.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo
habite en ustedes con toda su riqueza.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Toma al niño y a su madre y huye a Egipto.]
Del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-15. 19-23
R. Gloria a ti, Señor.
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le
apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y
huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar
al niño para matarlo”.
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió
para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que
dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños
a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a la tierra
de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño”.
Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó a tierra de
Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su
padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido en sueños, se retiró a
Galilea y se fue a vivir en una población llamada Nazaret. Así se cumplió lo
que habían dicho los profetas: Se le llamará nazareno.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos a Jesucristo, el Señor que, para santificar la familia, quiso
compartir la vida de un hogar humano:
1. Para que el Señor –que quiso participar de la vida de familia en el
hogar de María y José– mantenga en paz y armonía a todas las familias
cristianas, roguemos al Señor.
2. Para que los novios sientan la presencia de Dios en la vivencia de
su amor mutuo y se preparen santamente para su matrimonio, roguemos al Señor.
3. Para que Dios ilumine a las familias desunidas, a los esposos que
han de vivir separados por causa del trabajo, a los hijos de los divorciados, a
los hogares sin hijos, roguemos al Señor.
4. Para que nos esforcemos por vivir en paz y armonía con los miembros
de nuestra comunidad, superando con caridad fraterna nuestras mutuas
desavenencias, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, que has querido que tu Hijo – engendrado antes de
todos los siglos– fuera miembro de una familia humana, haz que los padres y
madres de familia participen de la fecundidad de tu amor, y que sus hijos
crezcan en sabiduría y gracia ante ti y ante los hombres. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, y te pedimos
humildemente que, por la intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José,
fortalezcas nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
Intercambio efectuado en la Encarnación del Verbo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro. Por él, hoy resplandece el maravilloso
intercambio que nos salva, ya que al asumir tu Hijo nuestra fragilidad, no sólo
quedó nuestra carne mortal honrada para siempre, sino que, por esta unión
admirable, nos hizo también partícipes de su eternidad. Por eso, unidos a los
coros angélicos, te alabamos gozosos, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Bar 3, 38)
Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre misericordioso, haz que, reanimados con este sacramento
celestial, imitemos constantemente los ejemplos de la Sagrada Familia, para
que, superadas las aflicciones de esta vida, consigamos gozar eternamente de su
compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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