ANTÍFONA DE ENTRADA
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey, que
gobierna el cielo y la tierra por los siglos de los siglos.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género
humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de
aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, tu Hijo, Señor
nuestro. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA LECTURA
Del libro de los Números: 6, 22-27
En aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: “Di a Aarón y a sus
hijos: ‘De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y te
proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el
Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz’. Así invocarán mi nombre
sobre los israelitas y yo los bendeciré”. Palabra de Dios. R. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 66
R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen
todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R.
SEGUNDA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo,
nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo
la ley, a fin de hacernos hijos suyos. Puesto que ya son ustedes hijos, Dios
envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama “¡Abbá!”, es decir,
¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también
heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los
últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo. R.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y
encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de
verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los oían
quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las
meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y
glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les
había anunciado. Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron
el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño
fuera concebido. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos, al comenzar este nuevo año bajo la mirada amorosa de María,
presentemos al Padre nuestras esperanzas y necesidades, confiando en su
misericordia infinita.
Por la Iglesia y el Papa Francisco: Para que, a ejemplo de María, sepa
guardar y meditar la Palabra en el corazón, y sea en el mundo un signo vivo de
esperanza y acogida. Roguemos al Señor.
Por la paz en el mundo: En esta Jornada Mundial de la Paz, pedimos para
que cesen los conflictos, se silencien las armas y los gobernantes busquen con
sinceridad el bien común y la fraternidad universal. Roguemos al Señor.
Por las familias: Para que, bajo la protección de la Madre de Dios,
crezcan en amor, respeto y fe, y sean hogares donde se cultive la paciencia y
la alegría de compartir. Roguemos al Señor.
Por los que sufren: Por quienes comienzan el año en soledad, enfermedad
o pobreza, para que sientan la caricia de Dios a través de nuestra solidaridad
y compromiso cristiano. Roguemos al Señor.
Por nosotros aquí reunidos: Para que el año 2026 sea un tiempo de
gracia, donde sepamos reconocer la presencia de Jesús en los hermanos y vivamos
cada día con espíritu de servicio. Roguemos al Señor.
Oración final: Padre bondadoso, que por la maternidad virginal de María
diste a los hombres la salvación eterna, escucha nuestras súplicas y concédenos
caminar este año por sendas de justicia y paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que das origen y plenitud a todo bien, concédenos que, al
celebrar, llenos de gozo, la solemnidad de la Santa Madre de Dios, así como nos
gloriamos de las primicias de su gracia, podamos gozar también de su plenitud.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PREFACIO
Prefacio I de Santa María Virgen
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la Maternidad de santa
María, siempre virgen. Porque ella concibió a tu Hijo único por obra del
Espíritu Santo, y sin perder la gloria de su virginidad, hizo resplandecer
sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo, Señor nuestro. Por él, los ángeles y
los arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en
común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu
alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría
sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la
siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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