miércoles, 22 de octubre de 2025

Evangelio del 23 de octubre 2025 Lucas 12, 49-53

 



En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega! ¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".

 

Reflexión

 

Jesús declara: “He venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!” Esta imagen del fuego no es de destrucción, sino de purificación, de una verdad que quema las falsas seguridades y exige una decisión radical.

El texto rompe con la idea de un Jesús que solo trae paz en términos humanos. Él advierte que su mensaje dividirá incluso a las familias: padre contra hijo, madre contra hija. No porque promueva el conflicto, sino porque la fidelidad al Reino puede confrontar los valores del mundo y las lealtades más íntimas.

Este pasaje nos invita a preguntarnos: ¿qué fuego ha encendido Cristo en nosotros? ¿Estamos dispuestos a vivir una fe que incomoda, que transforma, que exige tomar partido? El Evangelio no es neutral; es una llama que ilumina y separa, que revela lo que hay en el corazón.

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