Jesús está en todos los sagrarios de las iglesias bajo la apariencia de un trozo de pan, esperando a que los hombres nos acerquemos a visitarle y recibirle.
Jesús desea que aprovechemos la Eucaristía para aconsejarnos, consolarnos, fortalecernos, darnos paz y alegría, pero los hombres no hemos sabido apreciar este regalo. Por eso vemos muchas iglesias vacías, en donde Jesús está solo, sin que nadie aproveche los dones que Él quiere darnos. Esto lastima a Jesús, como también lo lastima la indiferencia o la falta de respeto con que algunos hombres tratan a la Eucaristía.
Nosotros podemos consolar a Jesús y reparar las faltas de otros, demostrándole nuestro amor y agradecimiento por el don de la Eucaristía.
Podemos hacerlo de varias maneras:
- Por medio de la Oración. Visitando frecuentemente a Jesús en la Eucaristía. Platicar con Él con la confianza que se tiene a un amigo fiel, para manifestarle nuestro amor y gratitud.
- Adorando a
(Juan Pablo II, lit. Dominicae cenae, 3)
Una manera práctica y muy bella de adorar a Jesús Sacramentado es
Consiste en realizar una pequeña reflexión evangélica en presencia de Jesús sacramentado y al finalizar ésta, se dicen unas letanías especiales que demuestran nuestro amor a Jesús.
Se puede celebrar de manera formal con el Santísimo Sacramento expuesto en la custodia, incienso y cantos, o de manera informal con la hostia dentro del Sagrario. Cualquiera de las dos agrada muchísimo a Jesús.
- Uniéndonos a su sacrificio en la Santa Misa. Él sacrifica su grandeza para servirnos de alimento, para hacerse uno con nosotros. Lo mínimo que debemos hacer es ofrecerle lo que somos y lo que tenemos para llegar a unirnos a Él para siempre.
«Alrededor de la mesa eucarística se realiza y se manifiesta la armoniosa unidad de
Juan Pablo II
- Cumpliendo las promesas que le hemos hecho. Él ha sido un amigo siempre fiel, y debemos responderle de la misma manera, tratando siempre de cumplir las promesas que le hicimos en el Bautismo y que renovamos en
Luis Rojas
No hay comentarios:
Publicar un comentario