miércoles, 31 de agosto de 2011

Te amo, Señor. De mañana.




Te amo , Señor, de mañana.
Está el día en su esplendor.
Siento entonces tu presencia.
que me inunda como el sol.

Todo el día me acompañas.
Siempre a mi lado estás.
Navegamos suavemente
por un mar en tempestad.

Veo barcos en peligro,
a otros veo sucumbir;
mas los vientos que los baten
traen sosiego para mí.

Aún recuerdo travesías
que no quiero repetir;
sin contar con tu presencia
hacia el ancho mar partí.

Esas duras experiencias
me han hecho comprender
que, si te amo en la mañana,
todo el día te tendré.

Ralph  Spaulding Cushman

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