viernes, 12 de agosto de 2011

El dogma de la Santísima Trinidad



El dogma de la Santísima Trinidad, es un Misterio inefable, infinitamente más allá de todo lo que podemos concebir según la medida humana.

La verdad revelada de la Santa Trinidad ha estado desde los orígenes en la raíz de la fe viva de la Iglesia, principalmente en el acto del bautismo. Encuentra su expresión en la regla de la fe bautismal, formulada en la predicación, la catequesis y la oración de la Iglesia.

La Trinidad es una.
No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: "la Trinidad consubstancial" es decir: "El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza" "Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina"

Las personas divinas son realmente distintas entre si.
Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: "El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede".

Las personas divinas son relativas unas a otras.
Todo es uno en ellos. "A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo".

(Cfr. CIC 249-256)

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