Me haz llamado , Señor;
a continuar tu obra de anuncio del Reino
que inauguró entre nosotros Jesús.
Con los profetas te quiero gritar:
Mira, Señor, que yo no se que hablar.
Pero, a pesar de todo, aquí estoy
Par cumplir tu voluntad y anunciar a todos
que tu eres el Dios del amor.
Tú, Señor, me conoces bien:
mi vida, mis dudas, mis pasos vacilantes.
No puedo presumir de nada.
pongo mi vida a tu disposición
como la puso María.
Señor, que sepa hacer resonar tu mensaje
en la comunidad donde vivo,
para que la Buena Noticia llegue a todos
y se haga un solo rebaño
y Tú seas nuestro Pastor.
Oviedo
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